Devocional Martes 23 de agosto

El pastor principal viene por nosotros

     A la mayoría de la gente le encanta una buena ceremonia de entrega de premios. Le encanta recibir premios y recibir el reconocimiento que viene con ellos, y disfruta ver a sus seres queridos (especialmente a los niños) ser reconocidos. Eso es cierto a lo largo del tiempo y en todas las culturas, incluso en la época de Jesús y la iglesia primitiva.

     En el imperio romano, los eventos deportivos eran un gran problema; y parte de todo era el tribunal que enfrentarían los ganadores, en el que se revisaría su desempeño en los eventos. Si se desempeñaban correctamente ya la altura, una corona de laurel sería su recompensa.

     En este pasaje, Pedro se dirige principalmente a los ancianos ó pastores de las iglesias a quienes se les escribió esta carta. No obstante, esta lección se puede aplicar a usted. Jesús es su Pastor; Él lo guía, le provee y lo protege. Como lo haría un pastor, Jesús literalmente dio Su vida por ustedes, Sus ovejas. La referencia en este pasaje habla de los múltiples roles de Jesús. Todos los salvos son Su rebaño, y Él hace por nosotros lo que cualquier pastor hace por las ovejas. Él es quien un día nos juzgará por nuestras obras como cristianos.
 

     ¿Por qué serán juzgados los ancianos y pastores? ¿Por qué serán juzgados todos los que conducen a otros en la vida cristiana? Esto no es difícil de discernir, si solo mira el ejemplo de Jesús su Pastor. Usted debe liderar, proveer y proteger a aquellos de quienes es responsable. Debe guiarlos de la manera correcta y segura.

SOLO UN PENSAMIENTO: Puede que no sea llamado a morir literalmente por sus seres queridos, pero aún está llamado a sacrificarse por ellos.

Wally Fry